100 estudiantes de arte dijeron, 2018-2020
Una investigación realizada en cuatro distintas universidades: Universidad de Guanajuato, Universidad del Estado de México, Facultad de Artes Visuales (FAD) y Diseño y Escuela Nacional de Escultura, Pintura y Grabado. (ENPEG)
Este proyecto generó una serie de entrevistas y encuestas para indagar en la comunidad artístico estudiantil y sus pensamientos en torno al arte contemporáneo, la profesionalización en el arte y la disidencia como discurso artístico. Creando un show en vivo, réplica del programa televisivo 100 mexicanos dijeron, se generó un ejercicio de autoreconocimiento donde al jugar se desdoblaron las referencias y los lugares comunes que hay dentro del imaginario. Con cada universidad se realizaron distintas salidas plásticas de los resultados, como estadísticas en forma de escultura, videos y dibujos que fueron mostrados en el juego de cada universidad. Posteriormente hubo una mesa de debate en torno a los resultados y entrevistas generadas.
100 estudiantes de arte dijeron surgió desde el interés de aproximarme a las nociones en torno a lo que se denomina contemporáneo y observar cómo esto se manifiesta tanto en el modelo educativo como en el trabajo del estudiante, así como indagar en la concepción de lo político dentro del arte y hasta dónde llega ese término para los estudiantes. Pienso en lo académico como algo que no termina en la institución, hay un lógica dentro de la esfera cultural que se traduce a formas de hacer, articular o dialogar y que a su vez conforma la profesionalización de un artista. De esa forma llega a haber un “modelo de mercadotecnia intelectual” el cual se puede visualizar dentro de las estrategias de trabajo, los lugares comunes e inclusive los discursos dentro de los proyectos de arte.
Sin embargo más que apuntar hacia las carencias o fortalezas de las concepciones de los estudiantes, me baso en una postura que Natalie Heinich en su libro Lo que el arte aporta a la sociología describe como una postura acrítica:
Consiste no tanto en validar o invalidar esas categorías, si no en entender cómo los actores las construyen, las justifican y las emplean en sus discursos y en sus actos. (...) Proponerse decir no lo que es el arte, si no lo que representa para los actores, al englobar las percepciones y las operaciones de categorización, de interpretación y de juicio, en oposición a las esencias o a las cosas mismas.
Entendiendo que no se trata de polarizar las posturas y que por el contrario existe una diversidad de pensamiento entre ellos, la investigación también consistió en preguntas abiertas a 50 estudiantes de cada universidad, así como las 100 encuestas con ocho preguntas concretas a responder.
Las encuestas tenían el fin de visibilizar las referencias y los lugares comunes que hay dentro de la educación artística.
